Un creciente legado de desastre y dolor
El año 2017 terminó como uno de los más fatídicos para los defensores de la tierra. También fue un año muy malo para muchos acaparadores de tierras. Un número significativo de adquisiciones, de grandes extensiones de tierras agrícolas, colapsó, agregándose a una lista creciente de proyectos que han fracasado en años recientes. Si bien esto es una buena noticia para las comunidades afectadas, a muchas de ellas se les deja enfrentadas a esta caída y teniendo que seguir luchando por recuperar sus tierras.